El airsoft fue inventado en Japón a causa de una prohibición sobre la tenencia y uso civil de armas de fuego, que data desde finales de la Segunda Guerra Mundial. Empezaron a aparecer copias exactas en escala 1:1 de las armas reales. Estas réplicas obtuvieron una gran acogida, para quienes querían disparar y coleccionar armas y no querían quebrantar la ley. Es por eso que una de las prioridades del airsoft es poder replicar (de ahí el nombre que se le da comúnmente: réplica) las armas del mundo real y algunos de los fabricantes de airsoft adquieren licencias para poder replicar las marcas registradas de los fabricantes de armas. La edad mínima recomendada (que no legal) es de 18 años.

A pesar de concepciones erradas, el airsoft fue practicado por primera vez a finales de los 70 y principio de los 80, a partir del concepto de usar réplicas con aspecto de armas reales que disparasen proyectiles no letales con el propósito de simular situaciones de confrontación armada. Hay versiones que dice que las réplicas de airsoft datan del año 1950 con la aparición de una pistola de juguete llamada “”, fabricada por Mattel. Se dice también que el Ejército de los Estados Unidos ya había concebido este tipo de ideas tras la Segunda Guerra Mundial.